7 de septiembre de 2020.
Aberrante suceso en Paraguay. Este miércoles pasado, el 2 de septiembre, el Ejército paraguayo asesinó a dos niñas argentinas de 11 años. Tras este accionar atroz, el ejército vistió los cadáveres de las niñas con ropa camuflada para instalar la versión de que se trataba de "guerrillleras" y hablar de un "enfrentamiento". El presidente del país, Abdo Benítez, viajó al lugar de los hechos para jactarse del mismo como un "duro golpe" contra la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Por Valentina Laika.
El pasado miércoles, 2 de septiembre, un contingente de las “Fuerzas de Tareas Conjuntas” del Ejercito del Paraguay atacó un parador al norte del país. El presidente del Paraguay, Mario Abdo, viajo a la zona, se le presento a la prensa la noticia de dos guerrilleras abatidas por el heroico ejército y se tomaron fotos de los pequeños cuerpos ensangrentados a los que previamente se les colocó uniformes “guerrilleros”. ¿Las bajas de tan cruento "enfrentamiento"? Solo dos: Lilian Villalba y María del Carmen Villalba, dos niñas de 11 años de origen argentino. Lilian y María vivían en Misiones, eran argentinas, pero hace años que se encontraban alejadas de sus padres, dos campesinos que integran un grupo que lucha por sus tierras al norte de Paraguay. Las niñas eran, además, sobrinas de Carmen Villalba, una de las principales dirigentes del EPP y hacia quien estaría dirigido este cruel mensaje. No sería la primera vez, diez años atrás hicieron lo mismo con su pequeño hijo de 13 años. La noticia si bien tuvo repercusión en Paraguay, el trabajo sistemático de los medios de comunicación genero que una enorme porción de la sociedad justificara lo ocurrido. Mientras tanto, en Argentina, el hecho no trascendió demasiado y algunos medios, como Clarín, se atrevieron a volver a sus antiguas prácticas de la época de la dictadura con títulos aberrantes que presentaban a las dos niñas asesinadas por el Ejército paraguayo como “dos mujeres” caídas en “enfrentamientos”. Ya conocemos esa lamentable historia. Es muy difícil encontrar las palabras para describir la inhumanidad con que la alianza Gobierno y Ejército paraguayo junto a medios de comunicación paraguayos y argentinos tergiversa y presenta estos hechos. Es difícil imaginarse que haya una forma de presentar a un contingente militar asesinando a dos niñas de 11 años no solo como un “enfrentamiento” sino como uno justo y hasta heroico. Es difícil comprender porque la noticia no trascendió en nuestra República Argentina, un país que pensábamos había adquirido cierta sensibilidad frente a los asesinatos de niñas y mujeres. Queda en nosotros y, creo yo, sobre todo en nosotras, no permitir que esto pase sin ningún costo, exigir que la cancillería argentina se expida sobre el cruel asesinato de dos pequeñas ciudadanas de su país, y condenar duramente la utilización sanguinaria de dos niñas inocentes para enviar un mensaje a su familia por parte del Gobierno y del Ejército del Paraguay. La fortaleza que el movimiento de mujeres de la Argentina supo demostrar estos últimos años de lucha no puede estar ajena a esta cruel matanza; y la totalidad del campo popular, de las diversas izquierdas y hasta aquellos que sin adscripción política sostengan un humanismo del mas básico no pueden, no podemos, ser cómplices con nuestro silencio de un hecho tan aberrante.
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